¿Cuál es la situación actual del rol del «biomecanico» ante el auge de ofertas de estudios o análisis biomecanicos dirigidas a cualquier disciplina deportiva? 

Vamos a estudiar el caso del ciclismo, en cualquier modalidad, que ha conllevado  la creación de una figura que, a grandes rasgos, procede de áreas no vinculadas a las ciencias de la salud y que de forma rápida, mediante la adquisición de un título de fin de semana, se convierte, sin ningún tipo de control legislativo, en un ser vinculado a una disciplina prácticamente presente desde los tiempos de Aristóteles  en las consultas de fisioterapeutas , osteopatas, podólogos, etc. Por esta razón es necesario clarificar y diferenciar el rol o figura del biomecanico como personal cualificado para dicha labor en centros de fisioterapia, osteopatia, podología, médico deportivas.  Y no, como en este caso, «cursillistas biomecanicos», más comúnmente presentes en tiendas en Running, ciclismo , grandes superficies u otras áreas no especializadas.

 

Cursillistas biomecánicos y bikefit.

Vamos con 2 ejemplos en que muchos ciclistas se ven comprometidos «biomecánicamente » hablando:

Muchos de nosotros pensaremos, o nos habrán explicado, que un buen sillin es un elemento que debe  dar estabilidad como base de apoyo, donde el reparto de cargas, en función de la posición sagital o lateral de la pelvis, nos proporcionará mayor carga en la zona isquitica o la zona perineal, dando en algunos, casos sino en la mayoría, síntomatologia por un mal apoyo, pero ¿qué hay detrás de un mal apoyo? ¿Un sillin mal ajustado en dimensiones técnicas y proporciones inadecuadas en función del sujeto? Pues la clave y la solución del «cursillista biomecanico » muchas veces se basa en el cambio del sillín, siempre que el cliente acepte gastarse el dinero, por otro que sin lugar a dudas puede dar resultados en un porcentaje minoritario a corto plazo siempre que no exista  la raíz de un problema mayor y que le sobrepase,  el cual se debe valorar y tratar de forma prioritaria: Disfunciones pélvicas en cualquiera de los planos de movimiento, o de cadenas lesionales ascendentes o descendentes, que comprometen la cinemática o movimiento de la pelvis como matriz generadora del pedaleo.

Otro ejemplo más característico y que conlleva a protocolizar en los «cursillistas biomecánicos» son las famosas alzas y cuñas en las calas que implican una simplificación del trabajo. El concepto de falsa o verdadera pierna corta, algo muy simplificado donde básicamente se compara si una pierna es centímetricamente es mas corta respecto a la otra, algo estandarizado y con mucha controversia si nos paramos a analizar de donde procede dichos conceptos y como interpretarlos. Igualmente detectar una dismetria es mas complejo dado la correlación directa de alteraciones o disfunciones pélvicas, intervertebrales, u otros segmentos articulares tales que conllevan lo que se define cadenas lesionales ascendente o descendente ( englobando estructuras musculares/ fascia / ligamentos..etc ) y generan dicha pierna falsamente corta, algo a valorar, diagnosticar y tratar, con o sin ayuda de un alza / cuña en las calas.

Por tanto el rol del biomecanico, dada la complejidad del cuerpo humano, se situa en un campo altamente especializado y requiere de unos estudios específicos dentro de una rama sanitaria. Pongamos atención a esto ya que es un método de trabajo muy eficaz que de lo contrario se puede convertir en un arma de doble filo sobre todo para el bolsillo.